jueves, 31 de enero de 2008



Este sutil retrato representa la bandera blanca de aquel que se rinde, en medio de la Guerra exhausto ya de tener que fingir, sed de venganza y motivos que no existen para defender a un algo o alguien que quiso tener un simple capricho. Su carácter débil se esconde bajo las gruesas mantas que recubren su cuerpo, engañosas por su volumen, tratando de similar algo que no es. Pareciese que su cuerpo fuese grande, e imponente, irradiante de poder; pero una ves despojadas de el no queda mas que el cuero que se pega a los huesos. Su Mirada y, su gesto hipócrita de grandeza y fuerza con su mano, no son más que eso, hipocresía. Lleva en su cabeza un gorro, en su cuerpo un manto, y el anillo en su mano acreditando su rango y poderío entre sus gentes.

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